Dejando a un lado las teorías sentimentales, la visión filosófica o la utopía colectivista, queda al desnudo la acción real de la “dictadura del proletariado” en Cuba atenuada por largos años de persuasión doctrinal, parasitismo de las estructuras materiales heredadas del antiguo régimen antes del 59 y endeudamiento con bancos occidentales. Solo tras la caída del Muro de Berlín fue posible experimentar con toda crudeza el grado de dependencia del país al exterior en cuestiones tan elementales como en el pienso que comía nuestro ganado.
Antes de que se desplomara el mundo soviético con todos sus satélites, ya me había rebelado y junto a un grupo de jóvenes organizamos de forma clandestina la lucha por nuestros derechos más naturales. Esa rebelión antes de ser un activismo, fue una idea compartida y fundamentada en pocas y sencillas razones contra el poder de los comunistas:
1-La Revolución cubana no fue obra del partido comunista, demasiado distanciado de las capas populares y totalmente desacreditado por sus acercamientos a Machado y Batista.
2-Los colectivos obreros en las fábricas no gozaban de autonomía, sometidos a un Sindicato vertical y a un Partido Único con mandos a distancia no parecían gozar de su “dictadura proletaria”.
3- La pequeña burguesía que no se fue al exilio sobrevivió en la isla infiltrando toda la estructura burocrática convirtiéndose en una nueva clase que prosperaba con el trueque continuo entres sus iguales(sociolismo) sin pagar impuestos del patrimonio creciente y engrosando las filas del PCC, ayudando a fomentar la doble moral y la decadencia en las buenas costumbres.
4- La centralización de todos los poderes del Estado y la prohibición de una oposición política eliminaba la competencia dialéctica que necesitaba el Estado-nación para su desarrollo natural en el campo de las ideas.
5-El marxismo con su pretensión materialista no dejaba de ser parte del idealismo germánico ajeno a nuestras tradiciones hispanas. Este choque de valores contrarios se pretendió superar con una avanzada educativa y cultural que le hizo la guerra a todas las tradiciones y que rebajo la moral pública debilitando a la familia tradicional. El nuevo hombre no apareció en el escenario moral, asi que sin una nueva conciencia colectiva, y ya erosionada la conciencia tradicional Cuba tenia garantizado el fracaso en el campo de las ideas útiles a la república de todos.
6-El totalitarismo implantado en Cuba con la escusa de ser necesario como medio para construir una nueva sociedad, excluyó a una parte del organismo nacional que, o se fue al exilio, o se sometió al poder negándose a contribuir a un proyecto de país que necesitaba a todos los cubanos. La marginación creció y junto a ella la apatía y el desencanto de las nuevas generaciones, que veían como cualquier extranjero tenia más dignidad que el nacional y como salir al extranjero era la única ilusión en medio de una sociedad inmovilista.