Desde que triunfó la Revolución del 59 hubo presos políticos en Cuba. Al principio el trato recibido por quienes lucharon contra Fidel Castro fue duro y torpe, pero después de 1968 ese trato de transformó en algo más sofisticado y quizás más traumatizante, porque se concentró en métodos psicológicos (Sistema muy parecido al de la STASIS ) para derrumbar la resistencia del interrogado y del condenado. En 1986 yo sufrí torturas psicológicas durante tres meses y 28 días bajo el secuestro del G2 cubano y puedo comparar mi experiencia personal con el testimonio de varios presos políticos (Mario Chanes de Armas con quien conversé en 1992 en Camagüey fue uno de ellos) que me confirma el cambio en los métodos a lo largo del tiempo.
Considero que los artistas cubanos que dependen del favor de su publico de manera sostenida en el tiempo están siendo chantajeados por una maquinaria política de extrema derecha que gira ahora en las redes sociales alrededor de un youtuber cubano formado en los medios estatales en Cuba y que se mudó a Miami para sumarse al ala más radical del anticastrismo. Ese cubano que fue parte del sistema de medios de comunicación en la isla, estableció una empresa lucrativa que se alimenta de despojos humanos usando métodos muy parecidos a los que a menudo se usan en Cuba contra los opositores. Su método consiste en evitar a toda costa que artistas e intelectuales cubanos mantengan posiciones humanistas y centristas con relación al problema cubano.